miércoles, 14 de noviembre de 2018

Margarita Salas y ADN polimerasa.

Una patente química es la más rentable de España



La patente más rentable registrada en España es la licencia química que protege la proteína DNA polimerasa, ideada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) bajo la dirección de la bioquímica asturiana Margarita Salas Falgueras. Desde su plena explotación en 2003 hasta que expiró en 2009, generó más de seis millones de euros.

Margarita Salas Falgueras (Canero, Asturias, 1938) es una reconocida bioquímica licenciada en Ciencias Químicas en la Universidad Complutense de Madrid que tiene en su haber numerosos méritos científicos que le han llevado a ser una de las personalidades más relevantes de la química. Una vez se graduó, trabajó en el laboratorio de Alberto Sols, figura introductoria de la bioquímica en España. Posteriormente su trabajo quedó muy ligado a Severo Ochoa, uno de los científicos españoles más relevantes y que ostentó el Premio Nobel en 1959, quien facilitó a Margarita abrirse paso en el mundo de la ciencia en una época en la que la mujer estaba muy apartada de la investigación. Gracias a las recomendaciones a terceros de Ochoa, Margarita pudo realizar el doctorado y después viajar a Estados Unidos con el propio Ochoa para llevar a cabo una estancia posdoctoral de investigación de 1964 a 1967, mucho más fructífera que si hubiera permanecido en España, donde el contexto científico y cultural era mucho más deficiente que el estadounidense.
Contrajo matrimonio con el también científico Eladio Viñuela, y ambos tuvieron siempre claro que querían regresar a España para continuar sus investigaciones. Y lo hicieron, pese a que las condiciones no eran las más favorables. Fue en España donde Eladio y Margarita decidieron separar sus investigaciones para que la figura femenina no quedara eclipsada por la masculina y así poder labrarse un nombre propio. Y lo consiguió; su investigación sobre el virus bacteriófago Φ29 trajo consigo importantes logros científicos para la asturiana.
Lo que en un principio era una investigación básica sobre la estructura molecular del virus, propició el descubrimiento de que cuando el virus infectaba la bacteria producía la síntesis de ADN polimerasa, que es la proteína que duplica el material genético y que posee cualidades óptimas para amplificar el ADN. Esto permitió generar millones de copias de ADN a partir de una cantidad muy pequeña del mismo. El equipo liderado por Margarita lo patentó y rápidamente lo vendió exitosamente, permitiendo que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas recibiera importantes cuantías por la explotación de la licencia. De hecho, los más de seis millones de euros que recibió a modo de regalías supusieron el 50% de todo lo que recibió el CSIC durante el periodo de explotación de la patente, de 2003 a 2009.
Margarita y su equipo supieron generar a partir de un virus una exitosa patente que se ha convertido en la más rentable de España. Pero ante todo, pese a que el factor económico es relevante, no hay que olvidar que lo más importante siempre ha sido la utilidad que este descubrimiento ha supuesto  a la ciencia aplicada.

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